Con el título de Ingeniero Electricista, regresó en el año 1895 a nuestra Reina del Plata. Ocupó el cargo de Jefe de la empresa Luz y Tracción del Río de la Plata. En 1896 ingresó a las Fuerzas Armadas, en la Marina de Guerra, como Ing. Electricista de Primera Clase, donde al cabo de dos años fue Sub-Inspector. Por sus cualidades en la natación, es nombrado también, profesor en natación en la Marina.
El Ing. Jorge Alejandro Newbery practicaba casi todos los deportes: natación, vuelo mecánico, automovilismo, esgrima, boxeo, boxeo francés, fútbol, motociclismo, vuelo en dirigible, remo, corredor pedestre, aviación, polo, aeroestación, hipismo y rugby, son deportes que practicó con calificado protagonismo.
Pasados los treinta años descubre la aeroestación y se cautiva con las conversaciones mantenidas con Alberto Santos Dumont (1873-1932), aeronauta brasileño y constructor de dirigibles.
Por el 1897 realizó su primer intento de ascenso en un globo en la Ciudad de París. Al año siguiente lanzó con éxito un globo cilíndrico.
En 1901 ganó un premio por hacer volar su dirigible de 20,1 m de largo y 3,5 de diámetro con un propulsor accionado por un motor de gasolina de 4,5 caballos de vapor, entre Saint-Cloud y la Torre Eiffel (ida y vuelta en menos de una hora). En 1902 trató de cruzar el Mediterráneo en este dirigible pero cayó al mar. En 1909 construyó un monoplano al que puso el nombre de Demoiselle.
En 1910 llegan exponentes de la aviación francesa, no pierde oportunidad para lograr captar todo lo que necesitará para adquirir una habilitación para pilotear.
Tras un corto período de entrenamiento, obtiene una licencia en el 1er. Aeródromo argentino de Villa Lugano. El 20 de Junio de 1910, obtuvo el título de piloto aviador que por vez primera se concedió en el país. No todo le resultó siempre fácil, pero siempre sobrellevó las complicaciones con altura y profesionalismo. Es una labor dura ser adelantado en las ideas, la moral y el estirpe Patrio.
En Agosto de 1912, el entonces Pte. de la Nación Argentina, Dr. Roque Sáenz Peña por decreto crea la Escuela Militar de Aviación.
El 12 de Noviembre de 1913, se designa a los Ingenieros Jorge A. Newbery y Alberto R. Mascías, por decreto, "primeros aviadores militares", y por "los patrióticos y desinteresados servicios que en la organización de la escuela Militar de Aviación han prestado y siguen prestando.."; quedando inscriptos 1° y 2°, respectivamente, en la nómina oficial del personal navegante de la aviación militar.
El 10 de Febrero de 1914 su Morane Saulnier, con un motor de 80 caballos de fuerza, lo eleva en cercanías de El Palomar hasta los 6.225 mts de altura, registro con que bate el récord mundial de altura, que no es homologado por no haber sobrepasado en 150 metros la marca anterior en poderío francés.
Tal vez alentado por este nuevo triunfo, Newbery, viajó a Mendoza en busca de otro desafío: cruzar la cordillera de los Andes, esa imponente masa que había acobardado a los demás aviadores de su época.
Con el objeto de estudiar el terreno y las condiciones que debía tener en cuenta para realizar la fabulosa empresa, en 1914 vino a Mendoza con su amigo Benjamín Jiménez Lastra.
El 1 de marzo de 1914 -tras la invitación de su colega Teodoro Fels- Newbery se traslada hasta la localidad de Los Tamarindos, donde éste realizaba pruebas aéreas. Fels le cede su aparato a Newbery -se trataba de un Morane-Saulnier adquirido en Europa un año antes- para que éste diera una vuelta con Benjamín Jiménez Lastra.
La máquina partió bien y se alejó al fondo de la pista.
Allí hubo un viraje escarpado, el avión perdió velocidad y cayó imprevistamente a tierra. Jorge Newbery murió instantáneamente, mientras que su acompañante, arrojado a cierta distancia, sólo presentaba un brazo fracturado y heridas leves.
Paradójicamente, el hombre acostumbrado a batir récords internacionales en el aire fue sorprendido por la muerte apenas a 500 metros de altura.
"Cuando la sombra de la noche no deje ver con claridad el campo de trabajo de nuestro aeródromo, la silueta de un aeroplano fantástico surcará los aires y nuestro espíritu acongojado dirá: Ahí van los manes de Jorge Newbery, sombra tutelar de los aviadores argentinos". Tte. Cnel Arenales Uriburu (Jefe de la Escuela Militar de Aviación)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario